Hace tiempo, casi un año para ser exactos, aprendí que el turismo es la suma de muchos factores. Fue algo que no me enseñaron en la carrera, por desgracia, y que tuve que entender/aprender por mi cuenta una vez acabada esta. No tenía a nadie que me resolviera las dudas, así que me dediqué a leer y sobre todo a escuchar. Si ya has pasado por aquí te habrás dado cuenta de que le tengo bastante respeto a Isaac Vidal, actual gerente de Visitelche; nunca lo había visto «en acción» hasta principios de febrero de este año. De su presentación me llamó especialmente la atención la siguiente diapositiva:
Como no se ve muy bien, te pongo en situación. Entre las claves de comunicación de la estrategia de segmentación de visitelche.com existe un activo llamado «skate» (aunque ponga sakte) enmarcada dentro del perfil del turista urbano, donde también tienen cabida el rap, el graffiti y la cultura urbana en general. Que un destino tenga en cuenta unas actividades deportivas y culturales de corte delictivo en el plan turístico de su municipio es digno de admiración. Pero no todo es color de rosa, ya que existe una normativa que supuestamente dice que «está prohibido circular por la acera con más velocidad de la que anda un peatón«, es decir, que no se puede hacer todo esto: skate, roller, patinetes, coches de plástico y mini motos de niños pequeños, etc. ¿Entonces qué hace el skate como ‘algo dirigido’ al turista urbano si existe una normativa que lo prohíbe? Necesito que alguien me lo explique, porque si esto es lo mismo que intentar tener/vender casas rurales en la Comunidad Valenciana en un municipio litoral, entonces vamos apañados.
Nunca me he considerado un delincuente, pero a veces han conseguido que me sienta así una retrógrada sociedad, en mi caso, ilicitana. Tanto por parte de la prepotente policía local como la no menos útil policía nacional que nos debería proteger de los peligros de verdad, ¿unos chavales haciendo deporte es un peligro? No se cómo se sentirán de gallitos cuando terminen su jornada habiéndoles requisado tres o cuatro patines a unos chavales de 15 años, a mi se me caería la cara de vergüenza y más cobrando lo que cobra esta gente. ¿Por qué no hacían lo mismo con los balones de los críos que pateaban las paredes de un Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España como es la Basílica Menor de Santa María?
Y seguro que te preguntas, ¿esto a qué viene? Este fin de semana mientras le enseñaba a mi novia a patinar apareció de entre las palmeras un policía muy simpático que nos paró para decirnos que no podíamos patinar porque la, ya mencionada, normativa municipal lo prohibía. Tras un diálogo en el que nos indicó que un cartel al principio y al final del paseo, exactamente el de Arenales del Sol, mostraba la prohibición; cartel que ese día debió desaparecer, de la vergüenza, digo yo. Según nos dijo, los pocos vecinos que allí viven (sí, en las pocas dunas relictas que quedan en esta pedanía vive gente y yo sin saberlo) se quejan constante y amargamente de los patinadores, ¡¿cuán triste tiene que ser la vida de estas personas para amargar la de los demás!?
Hace unos años la famosa ley cívica de Barcelona ponía al mismo nivel a prostitutas y patinadores, como esto no tiene explicación lógica yo le pongo una: ¡Spain is different! Lo que no creo que tuvieran muy en cuenta los lumbreras que la aprobaron fue que su ciudad era el destino europeo (por no decir mundial) por excelencia de los mejores skaters y riders del mundo. Evidentemente no estoy comparando Elche con Barcelona, pero si uno de estos famosos skaters es ilicitano, ¿por qué no se aprovecha para hacer algo diferente de lo que hacen el resto? ¿sabéis cuanto cuesta una tabla completa? ¿y el resto del material que se utilizan para ello? ¿alguien se ha parado a pensar cuanto dinero podría dejar en un fin de semana un equipo de riders patrocinados por una gran marca americana haciendo reportajes en vídeo y fotografía? ¿no se han dado cuenta que tenemos un clima perfecto todo el año y que hay vida más allá del sol y la playa? Fríamente creo que no, para la sociedad seguiremos siendo unos delincuentes. Delincuentes que practican deporte, que utilizan la calle como un medio para superarse día tras día y que se salen del patrón establecido del pan y circo, digo fútbol y cerveza o mejor, pádel y gintonics. Aunque me ha gustado que en El Viajero se hable de esto.
Imágenes de Flickr: arriba a la derecha de lost__in__spain y abajo a la izquierda de jclabarca bajo licencia Creative Commons.
Que grande tío. ya iba siendo hora de que alguien se comenzará a dar cuenta de que Elche es una ciudad con muchas salidas para el turismo. Pero si tenemos que esperar a que los de «arriba» se den cuenta de la potencia que tiene Elche, podemos esperarlos sentados al borde de la acera, por qué claro, no podemos patinar.
Gracias Carlos! Con la potente cultura urbana que tiene Elche podría seguir un modelo a seguir para otros municipios/destinos. Y respecto a lo del skate, «los de arriba» ya están informados sobre cómo está el tema, esperemos que sepan aprovecharlo.
Un abrazo! ;-)