Hoy hace justo un año que empecé a escribir este blog y aunque suene a topicazo barato, ¡parece que fue ayer! Lo peor es que casi me pilla de sorpresa porque con esto de intentar tener un post medio decente cada miércoles las semanas pasan muy deprisa y la inspiración es cada vez es más difícil que aparezca. Sí, es verdad, son todo excusas. La actualidad española (y turística) me tendría que dar para escribir un post al día fácilmente, pero claro, en un primer momento quise romper la regla que decía «un post no debe tener más de 400 palabras« y lo he mantenido. No escribo posts, escribo anexos de la Biblia semanales y eso me penaliza frente a mis lectores, pero me posiciona bien frente a Google. Aunque últimamente he conseguido reducir, exceptuando alguno suelto, la extensión media de los posts, multiplicando casi por dos la norma de las 400 palabras. ¡Todo un logro! Así que como no se me ha pasado la fecha, voy a hacer un repaso por mi primer año como bloguero, ¿me acompañas?
La culpa de todo esto, mejor dicho, la idea de escribir mi blog personal tiene su origen en el Social Media Day for Tourism que se celebró a finales de junio de 2011 en El Campello. Allí todo el mundo hablaba maravillas de las redes sociales, y todos y cada uno de los expertos profesionales del sector tenían su propio blog, que compaginaban con su trabajo, dándose a conocer y potenciando su branding personal: Clara Soler, Óscar Carrión, Gersón Beltrán, Mayte Vañó, Andrés Karp, Paco Viudes, etc. Como la envidia mueve este país, yo también quería mi blog (y potenciar mi ridículo branding), así que una semana más tarde me presentaba en el Centro de Emprendedores de Alicante para asistir a las charlas de Alfonso Alcántara (más conocido como @yoriento) y de Andrés Pérez Ortega (también conocido como @marcapersonal) sobre cómo mejorar la empleabilidad y ¡oh, sorpresa!, los dos recomendaban tener un blog personal para diferenciarte del resto de personas que buscan empleo y para, además, estar al día y actualizado sobre lo que pasa en tu sector. Dicho y hecho, a la semana siguiente ya tenía mi blog y a los pocos días mi primer post.
Cualquier cosa que se coge con ganas y se le imprime un ritmo muy alto, más temprano que tarde, termina agotándote. Y eso fue, más o menos, lo que me ocurrió. Las dos últimas semanas de julio escribí tres posts (Educación museística / No todas las playas son iguales / Turismo creativo) y a partir de ahí la inspiración se fue diluyendo. En todo el mes de agosto escribí otros tres (Las fortificaciones de Vauban / De turismo por Cazorla / Turismo y videojuegos: Introducción) y en septiembre llegó la ausencia de inspiración con un único post de la serie que empecé a escribir sobre los videojuegos y su implicación con el turismo (Turismo y videojuegos: Assassins Creed II). Como nota curiosa decir que estos posts llamaron la atención en Twitter porque me hicieron varios RT desde Dubai o la India.
Gracias al proyecto que presenté, junto con Fran García y Alex López, al V Concurso de Ideas Pedro Zaragoza del Foro Internacional de Turismo de Benidorm, escribí un post reivindicando el poder turístico de este destino (Benidorm, sí o sí). Además de otro relacionado con el turismo y los videojuegos (Turismo y videojuegos: Gran Turismo 5); terminando octubre con un post fuera de la temática turística del blog (No es un lunes cualquiera). En noviembre ETA anuncia que deja las armas, iniciándose una nueva etapa para el turismo en Euskadi (Euskadi lo tiene claro). Una técnica visual llamada time-lapse se cruza en mi camino (El timelapse en el turismo) y desde entonces lo veo todo en fotogramas acelerados. Y pensé que el origen del turismo, tal como lo conocemos, se merecía un post que fuera directo a la curiosidad del turista (Más allá del Grand Tour). Cerré el año escribiendo un post para desahogarme (Errar para ir aprendiendo), uno para fanáticos del turismo más extraño y siniestro (Turismo oscuro) y otro sobre un pequeño pueblo francés del que se hablará mucho a finales de este 2012 (Bugarach y el fin del mundo).
¡Todavía me quedan 6 meses de repaso y ya llevo 715 palabras! Parece que este post va camino de superar la media… Enero fue el mes del traslado al blog que ves ahora y el origen de los posts semanales hasta que termine el año. El primero de ellos se lo dediqué a esos despropósitos pseudo-turísticos de los políticos de este país (El síndrome del aeropuerto fantasma), el siguiente al nuevo proyecto turístico de mi ciudad (El proyecto #visitelche) y el último se lo dediqué a aquellos que necesitan hacer turismo sin salir de su ciudad (Te mereces unas staycations). Febrero fue un mes intenso con cinco posts (Personaliza tu experiencia / España, la de todos / Turismo náutico / Tendencias turísticas para 2012: Blogs y Redes Sociales / Los parques temáticos como innovación turística). En marzo publiqué mi primer post colaborativo, con expertos en sus respectivos campos, sobre el Mobile World Congress (¿Un escaparate adecuado?), uno reivindicando lo buenas personas que somos en España (No somos tan malos), uno sobre otra impresionante técnica visual aplicada a la promoción turística (El tilt-shift en el turismo), para terminar el mes con una oda para todos aquellos que van de viaje una y otra vez al mismo sitio (¿Existen los fanboys turísticos?).
En abril escribí cuatro posts en unos pocos días, que fui publicando cada semana, porque pasé la mitad del mes en Estados Unidos. Tal vez por eso tuvieron tan poco éxito (El Milenio del Reino de Granada / El círculo vicioso de las etapas de viaje / Una Vía Augusta turística / Parques culturales, ecomuseos y otras bestias). En mayo volví con aires nuevos y con una grata noticia que «cruzaba el charco» a finales de abril: ¡había ganado uno de los premios del concurso de ideas turísticas para Benidorm de la Cátedra Pedro Zaragoza Orts de la Universidad de Alicante! Así que tenía que publicar un post sobre el proyecto (Benidorm is trending). Además, una reflexión personal sobre lo vivido en USA comparándolo con lo vivido hasta ahora en España (Lo que hemos perdido), un homenaje al padre de la interpretación turística (Los seis principios de Freeman Tilden), un desvarío sobre los no-destinos (Desturistificando destinos) y un último post sobre la cultura del tatuaje relacionada con el turismo (Tattoorism, cuando la tinta y los viajes se encuentran).
Desde que empecé con el blog siempre había tenido en mente escribir un post sobre mi carrera, la Diplomatura de Turismo. Así que después de muchos atrasos, en junio me decidí a escribir el post que más éxito ha tenido por el momento (¡Cuidado, un turismólogo!), otro sobre los vídeos de viajes low-cost (Cámaras, turismo y twitter), uno sobre la más que acertada campaña de Ryanair para el verano (Ryanair: publicidad realista) y el último fue un post resumiendo el evento motivacional Startur Elche 2012 (en el cual tuve la oportunidad de colaborar como Community Manager, gracias a Clara Soler y Turistícate). Y como todo lo que empieza tiene un final, aquí me encuentro, en el séptimo mes del año, julio, con tres posts escritos (¿Quieres un crucero? Ofréceme excursiones / Publicidad turística en el tren) y este que estás leyendo.
La verdad es que el camino recorrido hasta llegar aquí no ha sido difícil, ¿por qué? Porque cada vez que me he tirado horas y horas buscando inspiración, escribiendo, repasando, mejorando, descartando, adaptando, optimizando y publicando un post, estas han sido correspondidas por comentarios, RT’s y Me gusta; pequeños gestos que casi no tienen importancia y que no cuestan dinero, cuestan algo mucho más valioso, tu tiempo. Ese tiempo que le has dedicado a leer y a comentar mis paranoias, incluso compartiéndolas con el resto de tus amigos (o followers), me han provocado un compromiso, una imposición personal y gustosa, que me ha ayudado a crecer como persona e incluso a conseguir trabajo.
En fin, aunque habrán muchos por ahí que escriban un post al día, recuerda que yo no escribo posts, escribo anexos de la Biblia por entregas semanales y estos requieren su tiempo. De verdad, ¡Muchísimas gracias por este año y por los que vendrán!
Imágenes de Flickr: arriba a la derecha de un_barcelones, en el centro a la izquierda de wili y abajo a la derecha de matt_hintsa bajo licencia Creative Commons.
Gracias a ti por mantenernos al día en temas relacionados con el turismo, por rellenar huecos vacíos de nuestros miércoles leyendo tus post, por tu inteligente ironía (que me encanta!), y por despertar la curiosidad por los blogs y esa «envidia» de la que has hablado -pues a mi me motivó para embarcarme en mi propio proyecto!-.
Felicidades por tu año y espero que cumplas muchos más! :-)
Siempre he creído que si una cosa funciona ¿por qué no decírselo al mundo? Tal vez te haya dado los motivos que necesitabas para embarcarte en tu propio blog, pero la constancia y el querer mejorar día a día es lo que de verdad hay que valorar de las personas que escribimos (da igual donde sea).
Muchísimas gracias por todo, Marian. Tu apoyo constante es una motivación que me ayuda a escribir (y a desvariar) cada semana! ;-)
Enhorabuena por tu constancia. Tener un blog es fácil. Mantenerlo activo e interactivo es lo difícil y parece que tú lo has conseguido. Felicidades y no pares de escribir!! ;-)
Muchas gracias Caterina, tienes toda la razón del mundo. Sólo llevo 1 año con él y personalmente le he sacado un rendimiento personal (y profesional) que nunca me hubiese imaginado. Es sólo cuestión de constancia y ganas. ;-)