Con un lavado de cara, empiezo este 2012 preguntándote, ¿qué tienen en común Albacete, Ciudad Real, Castellón, Huesca y Lleida?. Si has pensado que todas son capitales de provincia, ¡has acertado! Pero si, además, has decidido hacer un viaje, desplazándote en avión hacia allí y te has encontrado con unos magníficos aeropuertos vacíos y sin aerolíneas operativas, ¡también has acertado! Estas cinco provincias españolas se han contagiado en 2011 de un mal llamado «síndrome del aeropuerto fantasma».
No todas las provincias españolas que poseen un aeropuerto sufren este extraño síndrome. Pero, cuidado, porque es contagioso. Puede ser que vivas feliz cerca de alguno y que, al despertarte una mañana, tu compañía low-cost favorita haya cancelado sus rutas y adiós chollo. Para los que están y para los que vienen. Si no ha quedado claro te pongo un ejemplo: el 28 de octubre Ryanair canceló 31 rutas y redujo la frecuencia a 27 desde el Aeropuerto de El Altet (Alicante), sobre todo a destinos del norte y centro de Europa. Lo peor es que esta compañía concentra casi el 50% del tráfico aéreo de este aeropuerto. Un magnífico invierno desaprovechado por meter todos los huevos en la misma cesta.
Así que no te fíes. Este extraño síndrome se caracteriza principalmente por producir unos fuertes mareos (en forma de cifras invertidas): Aeropuerto de Castellón (150 millones de euros), Aeropuerto de Ciudad Real (500 millones de euros), Aeropuerto de Albacete (10 millones de euros), Aeropuerto de Huesca (50 millones de euros) y el Aeropuerto de Lleida (90 millones de euros). Y desvanecimientos continuados (en forma de pasajeros): Aeropuerto de Castellón (nuevo a estrenar), Aeropuerto de Ciudad Real (100.037 desde su inauguración), Aeropuerto de Albacete (27.136 pasajeros hasta agosto de 2011), Aeropuerto de Huesca (20.207 desde su inauguración) y el Aeropuerto de Lleida (30.000 pasajeros, la mitad que en 2010).
Sus efectos secundarios son mucho peores: hay Comunidades Autónomas que derrochan, por llamarlo de forma suave, millones de euros de sus ciudadanos para subvencionar a las compañías aéreas y que estas mantengan sus conexiones. Qué ironía, ¿verdad? Pensarán ellos (los presidentes saca-tripa y sus lacayos) que así ganamos todos, que el turismo puede salvarnos a todos. De verdad, poco vamos a ganar si para eso se está recortando, por ejemplo, de la educación y la sanidad.
Además, este síndrome produce alucinaciones varias: no se puede permitir que se construya un aeropuerto sin aerolíneas operativas y que el día de la inauguración, aprovechando las cercanas elecciones, se suelte tal cantidad de sandeces como hizo Carlos Fabra, cito textualmente: “hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones. No han entendido nada. Durante mes y medio cualquier ciudadano que lo desee podrá visitar esta terminal o caminar por las pistas de aterrizaje, algo que no podrían hacer si fueran a despegar o a aterrizar aviones”. Pensándolo bien, tal vez tenga razón y soy yo el que no entiende que un aeropuerto se construye con el fin de pasear a los niños del día de reyes. Eso sí, que se entere toda Europa, gracias al Villareal, que Castellón tiene un aeropuerto (nuevo y a estrenar, claro). ¡Vergonya deuria tenir!
Seamos realistas, a ver si nos entra en la cabeza. ¡Para fomentar el turismo no hace falta que se construya un aeropuerto en cada provincia! Construir un aeropuerto le supone al estado, por medio de AENA, unas inversiones millonarias desorbitadas, ingentes y sobre todo indignantes en épocas de crisis como esta. Es pan para hoy y hambre (mucha hambre) para mañana. En Europa, la mayoría de los aeropuertos son de gestión privada y aquí en España se propone privatizarlos y se arma la mundial. ¿Tan mal nos iría si se adoptara el sistema europeo?
Imágenes de Flickr: Arriba izquierda de yasa_ y abajo derecha de Fotero bajo licencia Creative Commons.
Simplemente indignante!! Un aeropuerto para pasearse por las pistas?! Un paseo de 150 millones de euros?!
Juando, sigue escribiendo post así, que todos nos demos cuenta de lo que hay realmente. Enorabuena!
Indignante creo que es quedarse corto. Por cosas como estas la Comunitat Valenciana está subiendo impuestos y recortando de todos lados menos de donde de verdad hay que recortar, del corrupto gobierno valenciano.
Por cierto, se me olvidó comentar que hay una «obra de arte» inspirada en Fabra custodiando este aeropuerto que ha costado del bolsillo público 300.000 euros. Ahí lo dejo.
Muchas gracias por tus ánimos Marian! ;-)