¿Cuántas veces has estado en una visita guiada? Seguro que en más de una; ya sea porque entraba en el precio o bien porque te apetecía que te explicaran el por qué de las cosas, que de vez en cuando no está de más. Pero, ¿cuántas veces has vuelto a casa saturado de información? ¿y en cuántas has querido que no terminase nunca? En estos casos, tal vez sea más complicado que me puedas decir alguna de todas las que has hecho en la que hayas terminado con esas sensaciones. Entonces me pregunto, ¿dónde se encuentra la vara de medir la calidad de una visita guiada? ¿y la del guía intérprete? Pues bien, Freeman Tilden (el padre de la interpretación), allá por los años 60, impartió cátedra sobre esta disciplina tan importante hoy para el turismo, con su libro Interpreting our Heritage, del que se extraen los 6 principios fundamentales de la interpretación del patrimonio.
1. La relevancia al individuo
- Hay que relacionar el patrimonio con la experiencia y la personalidad de los visitantes.
- El mensaje debe ser interesante, debe tener algo que ver con el visitante. Este debe serle relevante.
- Es muy útil relacionarlo con experiencias de la vida cotidiana.
- Para transmitir correctamente el mensaje tenemos que conocer cómo es el visitante: qué busca, qué conocimientos previos tiene, etc. Por ejemplo, en una visita guiada se puede entablar una breve conversación informal (de unos 5 minutos) con el grupo justo antes de la visita, para así conocer su perfil. Aunque también se pueden hacer encuestas para conocer a nuestro público.
2. La interpretación no es sólo información, también contiene aspectos afectivos
- Reconstruyendo el espíritu del lugar: hay que conseguir que los visitantes puedan imaginar o de algún modo revivir mentalmente lo que se les está contando, consiguiendo una ambientación y una atmósfera que ayude al visitante a ponerse en situación.
- La interpretación va dirigida al corazón más que a la razón, se trata más de enganchar y de aficionar al visitante que de que se lleve una fría serie de datos.
- Pero también es información selecta, veraz, actualizada y de calidad.
- Transmitiendo la metodología y las dificultades de la investigación, es decir, promoviendo la comprensión de las actividades y sobre todo de las instituciones que las realizan, que son las responsables de la conservación, protección, investigación y divulgación del patrimonio.
3. La interpretación es un arte, y como tal hasta cierto punto puede ser enseñada
- Utiliza técnicas básicas de comunicación que la mayoría de los museos arqueológicos españoles ignoran.
- Existen una serie de cursos de posgrado en España dedicados total o parcialmente a la interpretación, como puede ser el Especialista Universitario en Guía Turístico e Interpretación del Patrimonio de la Universidad de Alicante.
4. La interpretación persigue la provocación, no la instrucción
- Busca provocar un comportamiento en el visitante, una reacción, una actitud positiva hacia el patrimonio, no sólo su conocimiento.
- El guía-intérprete garantiza una comunicación bidireccional, una interacción real con el visitante, ya que puede consultarle cualquier tipo de duda. Además, del guía no sólo recibe información sino también trato humano.
- El visitante pasa de ser un espectador a un cómplice, estimulando en este último el deseo de conservación del patrimonio.
- Pero lo más importante, la auténtica interpretación se produce dentro de la cabeza del visitante.
5. La interpretación es la presentación del todo y no sólo de las partes
- El tema interpretativo es la idea central del discurso interpretativo. El público debería poderla recordar fácilmente después de una visita o presentación. Conviene que esta idea esté redactada como una oración completa, es decir, con acción, con verbos y de estilo cercano al coloquial.
- Todos los textos y mensajes tienen que girar en torno a esa idea central, que deben servir para reforzarla (lo cual no significa que tengamos que repetir la frase central varias veces), tan sólo es recomendable enunciarla claramente al principio y recordarla al final.
- Cumple una función similar a la de un titular de periódico: capta la atención del público, despierta su interés por un tema concreto. En un recurso de patrimonio cultural (parque arqueológico, museo o sala de museo, exposición, etc.) conviene que haya un máximo de cinco subtemas de este tema principal, organizadas siguiendo un buen guión lógico, ya que el público no suele ser capaz de recordar más de cinco ideas tras una visita.
6. La interpretación destinada a los niños no debe ser una mera simplificación de la destinada a los adultos
- Existen diferencias entre educación formal (didáctica) y no formal (interpretación): la metodología es distinta pero a veces los objetivos y planteamientos coinciden.
- La interpretación es educación (también) pero no formal, dirigida al visitante que acude voluntariamente en su tiempo de ocio; la finalidad de la visita es recreativa, el colectivo es heterogéneo y los programas son más breves, en torno a media hora.
- La educación formal o didáctica, requiere programas con finalidad educativa, más largos (media jornada o incluso hasta una jornada), con actividades y equipamientos adecuados a cada nivel.
- Los programas destinados a niños no pueden ser una mera simplificación, resumen o banalización de los diseñados para adultos: se necesitan recursos, métodos y técnicas especiales. En el caso de niños que forman parte de grupos de visitantes heterogéneos, a los que se le aplica un programa interpretativo, conviene utilizar una serie de trucos que permitan conservar su interés: darles una pequeña responsabilidad durante la visita, que nos ayuden, proponerles algún pequeño juego en el que puedan participar los padres, alguna broma, etc.
Está claro que la interpretación del patrimonio y la guía turística es una disciplina importantísima para el turismo, además de nada sencilla. Y tú, ¿recuerdas alguna visita guiada o interpretativa en el que se hayan aplicado alguno de estos principios?
Imagen de Flickr realizada por markdodds bajo licencia Creative Commons.
Gran post Juando!
Y totalmente de acuerdo en que a los más peques hay que enseñarles lo mismo que a los adultos, aunque, claro está, cambiando la dinámica para adaptar los nuevos conocimientos a los ya asimilados.
Hay que ir adaptándose a los nuevos conocimientos y sobre todo a las nuevas tecnologías, lo más rápidamente posible porque al final no se satisfará ni a los peques ni a los adultos. Es decir, cuanto antes mejor.
Muchas gracias por el comentario Marian! ;-)
Excelente informacion de los principios de tilden, muy bien explicada, estudio para guardaparque en argentina y me sirvio mucho!
Me alegro mucho de que te sirva el post, Gastón. Gracias por pasarte por aquí y dejar un comentario. ¡Un saludo! :-)