Hace unos días leía un post de Andy Stalman sobre la importancia de ser diferente y de la gran oportunidad turística que tiene la marca España. Se podría volver al famoso lema ‘Spain is different‘ de los años 40 y 60 del pasado siglo, ya que hoy en día todavía sigue estando muy presente. Aunque realmente, esta marca España no está definida como tal desde ningún ente del país, cada destino y cada empresa tiene que aportar su pequeño grano de arena para que empuje hacia delante un concepto imaginario que pesa y mucho. Por estas tierras valencianas se suele decir que ‘toda piedra hace pared‘, pero ¿qué pasa cuando una de esas grandes piedras se cae?
Pues es lo que ha ocurrido con Spanair, una de esas piedras españolas que hacían más real la marca España. Esta aerolínea, con más de 25 años de historia, decidió suspender sus operaciones la tarde-noche del viernes 27 de enero, dejando a miles de pasajeros sin poder volar y a otras tantas personas sin trabajo de un día para otro. Los problemas económicos que arrastraba la compañía y la falta de un inversor importante, que la rescatara del pozo donde estaba metida, han sido los motivos principales de su (no tan sorprendente) cese de operaciones. De poco han servido sus emotivas campañas de las dos últimas navidades, en las cuales se mostraba una compañía cercana y comprometida con sus pasajeros, y que además generó mucha repercusión en las redes sociales. Por desgracia, estas mismas se han encargado de amplificar la desesperación y malestar de los miles de pasajeros afectados por la cancelación de los vuelos, sin mencionar la de los trabajadores.
La desaparición de otra compañía aérea española, como ocurrió con Air Madrid en 2006 y con Air Comet en 2009, nos hace débiles y, por tanto, nos convierte en un país excesivamente dependiente de las aerolíneas extranjeras. Además, Air Nostrum, Air Europa y Binter Canarias han presentado o lo harán de inmediato un ERE, dejando más tocado aún al único sector que ha sido capaz de generar empleo en España el pasado 2011.
Lo peor es que los Gobiernos autonómicos y locales conceden subvenciones millonarias a las famosas CBC (compañías de bajo coste) extranjeras como Ryanair o easyJet para que operen en nuestros aeropuertos. Unas aerolíneas que se crecen y se ven con el poder suficiente para desmontar el chiringuito e irse a otro aeropuerto a cambio de una «subvención» mayor, el chantaje de toda la vida pero pagado por todos los ciudadanos. ¿Es que todavía no nos hemos dado cuenta de que lo único que nos traen son turistas low-cost que dejan muy poco en el destino?. También hay que decir que Spanair no se queda corta en el tema subvenciones, ya que se tragó 150 millones de la Administración catalana con el único afán de tener una aerolínea «de casa» en el Aeropuerto de El Prat capaz de competir, como si se tratase de una piruleta en la puerta de un colegio, con el Aeropuerto de Barajas e Iberia.
Es verdad, España es diferente. Aquí levantamos el puño como símbolo de victoria porque se han llenado los hoteles de Canarias cuando no estaba previsto, al producirse revoluciones sociales en los países del norte de África, que son nuestros máximos competidores. Además, aquí nos peleamos entre nosotros compitiendo en precios y perdiendo rentabilidad, necesitando más turistas para ganar lo mismo o incluso menos. Esos mismos turistas que nos pusieron los cuernos y nos dejaron con cara de tonto, ya están pensando en volver a irse, porque no se han encontrado nada nuevo, España sigue siendo aquel destino del que se cansaron y salieron huyendo. Aunque alguno piense que lo importante es que están aquí gastando, consumiendo y «dando» trabajo, ¿de verdad queremos a un turista infiel o sólo queremos turistas?
El potencial turístico que tiene España es muy importante y no voy a tirar de tópicos para hacer una lista, porque esa lista deberíamos conocerla todos y, además, entre todos ir ampliándola. Un país que no se implica y que lo único que hace es mirarse el ombligo, no debería tener una población con ganas de sacarle del pozo, porque no se la merece. Si en vez de subvencionar a empresas extranjeras se ayudara a crear un tejido empresarial turístico y nacional de calidad, España se convertiría todavía más en un referente, ya que el compromiso sería de todos y por ello nos beneficiaríamos todos, ¿no crees?
Imágenes de Flickr: arriba a la derecha de jrgcastro y abajo a la izquierda de danisarda bajo licencia CC.
Vaya la verdad es q no tenía ni idea de la mitad de las cosas que has dicho…
Por supuesto estoy de acuerdo con tu última idea, y no sólo en el tema del turismo. Hay que crear una calidad real española. Eso aún no existe de verdad.
Muy buen post Juando :)
Tenemos que cambiar el chip, pero no todo el mundo está dispuesto.
Gracias por tu comentario Rebeca! ;-)
Hace dos veranos tuve la suerte (no había ido nunca) o la desgracia (fui con una novia que luego resultó ser como la única bici del pueblo, que la montaba todo el mundo) de ir a Mallorca. Un sitio espectacular, sin duda. Tal vez por mi ignorancia sobre la zona, o mis ganas de irme de viaje a cualquier sitio, o quizá por querer irme de viaje a precio de inglés, acabé en Magalluf, un pueblecito costero muy cercano a la capital.
El caso es que me gustó el sitio, pero no el ambiente. Era una especie de colonia de exiliados ingleses, serbios y algunos alemanes e italianos. El típico sitio de mil hoteles de «balconing». El típico sitio donde estás durmiendo la siesta en tu habitación de tu hotel en primera línea de playa y de repente entra alguien a tu habitación para pasar por tu balcón a la habitación vecina… Vamos, lo que suele pasar.
Cabe destacar que mi cualidad camaleónica (y la bici de importación que llevaba) me permitieron mezclarme cual Wally entre la muchedumbre y pasar desapercibido. A pesar de estar allí cinco días, cada día me llevaba una sorpresa mayor, pero para sorpresa, la que se llevó el hombre que alquilaba las motos… Decidí alquilar una para dar una vuelta por la isla y después de negociar el precio en inglés, le hablé en castellano y de la alegría que le dio, me la dejó a menos de la mitad de precio. Me dijo que era asombroso encontrar a un español haciendo turismo por allí. Llegué a creer que aparecería un equipo de Españoles por el mundo y me pediría que le enseñara la isla.
Tras varios días quemando la moto (las de alquiler son para eso) por la Serra de Tramuntana (sitio que recomiendo), me hice amigo del dueño del renting y me dijo que hace años aquello era un paraíso para los españoles, que tenía varios locales de alquiler de vehículos y que poco a poco había tenido que ir cerrando puesto que los ingresos eran menores. ¿Cómo era posible que habiendo más turismo que hacía años los ingresos fueran menores?
La respuesta la tenía él, aunque era obvio. Los hoteles se habían sumado al low cost. Se habían aliado con compañías de vuelos low cost y por menos de 200 euros por persona, un inglés podía pasar tres días allí a gastos pagados, completamente todo. Había bajado la calidad del turista, ahora podía venir un turista de clase baja, que gasta menos que Tarzán en corbatas. Me llegó a decir que había veces que a presos en libertad condicional les daban permiso para venir a despedidas de soltero en Magalluf…
Acostumbrado a salir de fiesta por Benidorm, la noche de Magalluf no me llamó la atención, excepto porque era lo mismo pero multiplicado por 10. Diez veces más discotecas, diez veces más grandes, diez veces más personas, diez veces más maleducadas, diez veces más gente meando en la calle, diez veces chicas con menos ropa (que no está mal, pero eso es para ir soltero, o si no…),diez veces gente más borracha… Ah, y diez veces más sucia. Y la policía, mientras tanto, pasando del tema, diez veces más, por supuesto.
Misión imposible fue encontrar un lugar para comer o cenar en el que te hablaran en castellano… Indignante es que en mi propio país tenga que hablar en otro idioma para que me entiendan… Cansado de kebaps, italianos, burguers, chinos, y demás me preocupé por encontrar un supermercado español allí… Creo que hubiera sido más sencillo buscar un pajar en una aguja… Y con las mismas me fui a un Mercadona a 25 km de allí. Viva la mortadela de Popeye, el jamón serrano y las patatas Hacendado! Y solucionado!
Señores, hemos bajado la calidad de los servicios para bajar la calidad del turismo, para bajar los precios… fuera! Porque a un extranjero le cuesta menos viajar a España que a cualquier Español. El modelo de los años 60 en muchos casos no ha evolucionado y lo peor de todo es que se pierde imagen de marca. Si no se trabaja una solución desde la base, es imposible que salga bien. Si desde España tenemos esa imagen deprimente de nosotros mismos, no podemos pedir que se nos vea de otra manera. Hay que trabajar la reputación por todos los medios y lo peor, es que tenemos las herramientas necesarias y no sabemos explotarlas.
El último que apague la luz…
Pd: Lo de Spanair es otro tema… De momento no me devuelven los 160€ que me han robado, puesto que la compañía no me ha notificado en ningún momento, como cliente suyo que soy, que cerraban el chiringuito.
Muy buen post señor Juando.
Impresionante relato Alex, con ejemplos como este (vividos en primera persona) ves cómo cada uno va por su lado y cómo el perjuicio de eso nos lo «comemos» el resto.
Espero que te solucionen lo de Spanair lo antes posible, gracias por tu comentario! ;-)