Desde que descubrí lo de viajar y hacer turismo, que evidentemente no es lo mismo, me he sentido atraído por una región española que hasta hace justo dos semanas estaba amenazada por la banda terrorista ETA. No creo que tenga que dar más pistas, me refiero a Euskadi, una región formada por tres provincias como son Araba, Gipuzkoa y Bizkaia, y cuya capital es Gasteiz. Aunque todavía me siguen sonando curiosos los nombres en euskera, poco a poco uno se va acostumbrando, tampoco es que sean volcanes islandeses.
Dejando de lado el idioma voy a lo que de verdad tiene «chicha» del post: el futuro del turismo después de ETA. Como he mencionado antes, tengo la necesidad de viajar a Euskadi, no me preguntes por los motivos, porque seguramente sean muchos o probablemente ninguno en concreto, pero tiene algo que me fascina y me atrae. Puede ser su gran cultura, su impresionante gastronomía, su belleza paisajística, sus fiestas o puede ser, como a un niño al que le prohíben hacer algo, el deseo por lo «prohibido». Mi familia ha sido más de trabajar que de viajar, así que no he podido visitar destinos y hacer turismo hasta que no traspasara esa barrera imaginaria, y a veces estúpida, de la mayoría de edad. Desde entonces he viajado lo que he podido, mejor dicho, lo que la economía me ha permitido, pero este viaje se postpone una y otra vez por un miedo irracional externo a mi.
Ahora resulta que ETA deja las armas y de golpe se inicia una nueva etapa para el turismo. Desde ese mismo momento el gobierno vasco se apresura a reconocer que la ausencia de violencia será un factor que influirá de manera positiva en la percepción de Euskadi como destino turístico. A partir de ese mensaje deja de existir esa amenaza constante e imprevisible, cuya inseguridad e incertidumbre sufren los visitantes (aunque evidentemente no todos). Pero si echamos la vista hacia atrás vemos que la región acumula 27 meses consecutivos de crecimiento en número de turistas, que suman casi dos millones de entradas de enero a septiembre de este mismo año, que se dice pronto.
Mucho han mejorado desde la aplicación del Plan de Competitividad Empresarial y el Plan de Competitividad e Innovación del Turismo Vasco 2010-2013, junto con el impulso de varias acciones como el nuevo lema «Euskadi, saboréala» con el objetivo de atraer una demanda turística más diversificada; la promoción del Camino de Santiago a su paso por Euskadi; la inclusión por primera vez de Euskadi bajo el paraguas de Turespaña; la creación del club de producto Surfing Euskadi; la certificación de más de 400 establecimientos turísticos con el «Sello de Accesibilidad» para todas las personas con algún tipo de diversidad funcional: física, visual, auditiva, intelectual y orgánica (personas con dificultades respiratorias o que requieren dietas específicas); se ha convertido en la segunda comunidad con más certificados con la Q de Calidad con 272 establecimientos turísticos; la puesta en marcha de más de 20 experiencias turísticas con el objetivo de ofrecer nuevos atractivos turísticos y la creación del Observatorio del Turismo Vasco, un sistema de inteligencia competitiva accesible y de referencia para la industria turística de Euskadi, que tratará de conseguir un mejor acceso a los datos relacionados con el turismo vasco para que el sector se pueda adaptar a los cambios y mejore su competitividad. Un ejemplo a seguir por el resto de comunidades, realizar una gran inversión para fomentar un turismo de calidad y que este genere empleo, ¿no crees?
Si todas estas acciones han sido llevadas a cabo antes del anuncio de ETA, es decir, bajo una amenaza constante ¿qué será lo siguiente en materia turística? Evidentemente, hay que esperarse lo mejor. Euskadi tiene un fondo de armario bien grande, España lo conoce y el resto del mundo lo está empezando a conocer. El Museo Guggenheim en Bilbao fue el que situó a Euskadi en el mapa turístico a finales de la década de los noventa y sus extraordinarios cocineros lo han mantenido durante la primera década del siglo XXI en el top. Ahora la elección de Vitoria-Gasteiz como Capital Verde Europea para 2012 y de Donostia-San Sebastián como Capital Europa de la Cultura en 2016, junto a la reciente inauguración del Basque Culinary Center, van a posicionar turísticamente a Euskadi a un nivel tan alto que es casi imposible predecir dónde llegará y lo más importante, si conseguirá mantenerlo. El tiempo nos dirá. Pero sin ETA seguro que todo será más fácil.
Para terminar, os dejo el spot publicitario de la campaña de turismo «Euskadi, saboréala«. ¡Que lo disfrutéis!
La verdad es que parece un sitio fantastico para visitar y conocer y sinceramente ahora me puedo plantear viajar alli algun dia. Antes la verdad es que no se me pasaba porla cabeza… sera un lugar a tener muy en cuenta
Gracias por el comentario Eva! ;-)
Como siempre, post genial!
Me apunto al viaje. Yo tb he querido ir siempre, pero me daba «miedo» (aún así sigue dándomelo, dejemos q pase un tiempo…).
Gracias por el comentario Rebeca! ;-)