A principios de septiembre me propuse intentar combatir y corregir mi miedo a hablar al público; encontré un taller que se impartía en la Universidad de Alicante, me apunté y hoy lo he finalizado. Este reto personal me lo impuse porque me considero una persona tímida, y en los tiempos que corren no está el patio para este tipo de tonterías, así que para superar barreras lo mejor es afrontarlas.
Desde que elegí estudiar turismo (ciclo y carrera) he comprobado que es un recurso poco utilizado, aunque las típicas presentaciones en clase de trabajos van marcando a más de uno. Ahí se empieza a ver cómo se desenvuelven las personas, los nervios nos afectan a todos, pero a unos más que a otros. Tengo que decir que de 5 años estudiando podría contar con los dedos de las dos manos las exposiciones que he tenido que hacer y siempre apoyado en powerpoints o papeles. Nos refugiamos tanto en ellos que si nos los quitan nos bloquearíamos ¡y que se salve el que pueda!
Pues eso es lo que me ha sucedido hoy. Mi exposición trataba sobre el post que escribí hace unos meses con motivo del XV Foro Internacional de Turismo de Benidorm, un tema que controlaba y tenía más que repasado, pero no contaba con que iba a ser mi primera exposición sin powerpoint ni papeles. Decir que ha sido un desastre sería decir poco. En mi interior sabía que tenía el tema controlado, las pausas, las preguntas al público para no perderlo, las bromas, la entonación de las frases, una estructura bien realizada de introducción, desarrollo, clímax y desenlace que tanto habíamos trabajado en el taller, es decir, en mi interior todo estaba en orden y controlado, ¡hasta los nervios! que ya es un logro; pero todo se ha ido al garete en los primeros 30 segundos.
Estaba bloqueado, la cabeza se había saturado con el esquema mental que tenía de mi exposición y esto me había provocado que me pusiera muy nervioso, demasiado. El silencio de la sala abarrotada era inhumano, incluso los ánimos de mis compañeros de poco servían. En ese instante hechaba de menos mi boli de las exposiciones de la carrera (¡que tontería!); podía pasar sin el powerpoint, no me intimidaba ser el foco (lo habíamos trabajado mucho en el taller), pero necesitaba un excusa para sentirme seguro y terminarla. Al cabo de un rato, había vuelto a mi asiento a por los apuntes y al leer la frase por donde me había quedado bloqueado he continuado más centrado, más tranquilo y más todo. Miraba a todas las personas de la sala sintiéndome seguro, incluso recibiendo el feedback de que el tema parecía interesarles. No había vuelto a mirar los apuntes, los utilizaba como parcelas para explicar la construcción vertical y el no alineamiento de los edificios al borde de las calles.
La tormenta había cesado, pero quedaban las críticas (siempre constructivas) de mis compañeros y profesoras. De ellos sólo puedo decir que se han comportado de maravilla, ya que se han puesto en mi lugar y han sabido comprenderlo. Tengo todas sus opiniones en casa y las voy a guardar como si fueran el tesoro de Gollum, para mi valen mucho.
Desde esta experiencia deciros que si tenéis la oportunidad, aunque sea remota, de salir a hablar en público hacedlo sin dudar. Dejad la vergüenza en casa, que es donde debe quedarse. Pensad que si en un futuro tenéis que exponer un proyecto, hacer un elevator pitch de los que están tan de moda o cualquier otra presentación, al final todas suman. Tened en cuenta que nunca dejamos de aprender y esta es una cualidad muy importante que os hará diferenciaros del resto.
Para terminar preguntaros, ¿pensáis que hablar en público es una tarea pendiente de mejora personal?
Creo que en general, por como es la cultura española, muchos no saben o no quieren ( por los nervios) salir a exponer o hablar delante de multitudes. En mi opinión , esa conducta podría corregirse siguiendo una serie de pasos, donde el primero empieza por aprender a Escuchar.
Un saludo Juando, muy buen post :)
Lucho Pérez
Tú lo puedes saber mejor que nadie ahora mismo ya que al estar fuera (Holanda, no?) puedes compararnos y ver defectos/virtudes.
Gracias como siempre por tu aporte Lucho! ;-)
Por ejemplo , en Holanda esta muy mal visto interrumpir cuando alguien esta hablando, o hacer una presentacion en Power Point, ya que, la consideran algo antiguada y poco interactiva ( perdona la ortografia pero estoy usando un teclado ingles y faltan acentos y algunas cosas mas «antiguada» :) ).
Por otra parte, en ocasiones su nivel de seriedad y formalidad, llega a tales extremos, que desde mi opinion, las relaciones sociales ( trabajo, estudio) se vuelven muy «frias».
Desde un punto de vista profesional, tanta seriedad, por supuesto es muy positiva, pero no debemos perder el contacto humano.
Como ejemplos, aqui no usan el humor, o tonos «familiares» para tratar de conectar mejor con su publico, aunque el tema de la presentacion asi lo permita.
Otro ejemplo, el sistema educativo de Holanda, emplea un sistema para impartir clases llamados «CBL» donde todo el mundo esta obligado, una vez terminada la presentacion, ha hacer preguntas sobre el tema expuesto, y acontinuacion ( por obligacion tambien) a evaluar con pros y contras (bastante competitivos) , siempre justificados, tanto al que expuso, como a tus companieros ademas, de la sesion en general ( el desarrollo de la misma).
Por el contrario, emplean muchas clases, tiempo y apuntes , basados en teorias sobre como convencer a tu publico, como presentar un producto,servicio ante multitudes, desde los usos mas tecnico a teorias mas «logicas» como, lenguaje corporal, como vestirse, buenos modales,…. Pues entienden que hablar con tu publico , es una norma vital en tu desarrollo profesional , y como norma, entienden que, primero se ha de aprender y luego mejorarla.
Por esa parte, bravo.
Perdona pero tendria que escribir un relato muy largo (ya lo es) , completo de faltas ortograficas para explicar esto y muchas mas cosas, jeje.
Aun asi, verdad es, que es mi punto de vista, espero haberte dado una ligera vision de la «Ducht Way» en cuanto a todo lo que rodea a este Arte como es el de Presentar :D
Un abrazo Juando :)
Lucho Perez
Interesantísimo lo que acabas de exponer Lucho, poco más puedo añadir. Muchas gracias por hacernos ver la «Ducht Way» que has vivido en tu carnes durante este tiempo. Seguramente sea muy parecido en otros países norte y centro europeos en cuanto al sistema educativo, siendo un problema para países como España, desde mi punto de vista, con mucha teoría y poca y malas prácticas.
Me reitero, muchas gracias por tu aporte, y aunque parezca largo se hace corto. Un abrazo! ;-)
Juando, la verdad es que parece que este post lo hubiera hecho yo mismo! Seguí un curso por la misma situación.
En mi caso,decidí no dejar nada al azar, todo esquematizado, tarjetas con lo que decir, palabras claves, práctica… pero nada al comenzar, nervios, temblores de piernas, mente en blanco y muchas cosas que decir en el tintero… Tuve que recurrir al humor y escuchar a la clase reír me calmó bastante.
También tengo que decir que no hay nadie más críticos de nosotros que nosotros mismos y salimos con la sensación de desastre siendo en realidad un buen trabajo.
La verdad es que este curso me ha ayudado a interiorizar bastantes cosas de Óscar Carrión, que como nos dijo, los españoles tenemos poca vergüenza para muchas cosas, pero tenemos muchísimo sentido del ridículo.
Me ha estado llamando la atención tu post en facebook y me he ojeado tu blog (casi entero), ya me dirás como te preparas las entradas, una pena que no pudieras estar en el curso puente porque te hubiera gustado … ( te tienes que crear un blog, el maldito del mío está esperando ser escrito todavía)
Toda la razón del mundo Sergio, somos lo que no hay, poca vergüenza para muchas pocas pero cuando tenemos que hacer algo delante del público.. Este año también he tenido clase con Óscar Carrión de lo mismo que tú, aunque fue muy breve sí nos dio unas pinceladas sobre el tema.
Muchas gracias por poner tu ejemplo y tu opinión compañero, de momento no me arrepiento de no estar haciendo el curso, pero sólo de momento. Si tienes alguna duda o necesitas cualquier cosa contacta conmigo por email y hablamos. ;-)
La primera vez que hice una exposición en público fue en 3º de carrera, siendo Humanidades una licenciatura. Desde entonces, habré hecho unas 5 o 6 más, siempre, claro está, con la base de los apuntes y el ‘power point’. Creo que con esto contesto a tu pregunta. En muy pocas ocasiones nos enseñan a calmarnos, a hablar delante de multitudes y a sentirnos seguros sin ningún tipo de apoyo como son los esquemas o las pantallas. Creo que, al igual que saber la teoría, es totalmente imprescindible conocer la práctica, saber expresarnos y hacernos entender.
Exacto, es lo que dices. Es imprescindible conocer la práctica y sobre todo practicarla, luego expresarnos y hacernos entender es algo que va ligado a la experiencia, y por tanto hay que trabajarlo mucho.
Gracias por tu comentario Marian! ;-)